Financiamiento alternativo para Pymes

En tiempos de pandemia, resulta de vital importancia analizar todas las herramientas que el mercado argentino tiene a disposición de las Pymes. 

 

Se expondrá un breve análisis de métodos de financiamiento no muy utilizados por las empresas, pero que puede ser de gran ayuda.

 

Existe en la República Argentina una metodología alternativa de financiación para las Pymes: el mercado de capitales regulado por la Bolsa de Comercio y la Comisión Nacional de Valores.

 

Este mercado resulta beneficioso porque las empresas pueden vender sus cheques a tasas de interés sustancialmente menores (actualmente, rondan entre el 15% y el 27% anual), al sistema bancario .

 

¿Qué instrumentos se usan para este tipo de financiación?

Las alternativas disponibles son conocidas y fáciles de entender para el empresario Pyme.

 

El primero y más común es la venta de cheques en la Bolsa.  En el mercado los cheques se pueden colocar valores por hasta un año de plazo. La operación de cheques de más de 180 días es muy común. Estos cheques de pago diferido son "avalados" por una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR). 

 

Las SGR tienen una tarea central, que es garantizar a las Pymes y todas cuentan con mecanismos de muy fácil acceso.

Los cheques de pago diferido cuentan con dos sistemas de negociación: avalado y patrocinado.

 

En el primero (avalado), sólo las pequeñas y medianas empresas o personas físicas pueden negociar cheques propios o de terceros (clientes), por medio de su participación como socio partícipe a una SGR.

 

Las Pymes entregan los cheques a la SGR para que ésta los avale y envíe a la Bolsa para su negociación. De esta manera, ante cualquier dificultad de cobro del cheque, la SGR se transforma en principal pagador abonando el monto comprometido.

 

Un agente o sociedad de bolsa deposita los fondos resultantes de la negociación en una cuenta a nombre del beneficiario. Al vencimiento del plazo del cheque, el emisor debe tener fondos suficientes depositados a su orden en cuenta corriente o autorización para girar en descubierto y así cumplir con el pago del documento que tendrá como beneficiario al inversor. A través de este instrumento es posible acceder a tasas similares a las obtenidas por grandes empresas y mantener al librador y a la Pyme beneficiada en el anonimato.

 

Con relación al sistema patrocinado, una empresa grande o Pyme (sólo sociedades comerciales legalmente constituidas, cooperativas, asociaciones civiles, mutuales o fundaciones) es autorizada por la BCBA (bolsa de comercio de Buenos Aires) para emitir cheques de pago diferido para el pago a proveedores, que pueden ser negociados en el mercado de capitales. 

 

Otro instrumento al que pueden recurrir las Pymes para su financiamiento son los denominados pagarés bursátiles. La diferencia con el cheque de pago diferido es que el plazo es mayor, llegando en algunos casos a los tres años. Pueden ser en dólares o en pesos. Por ejemplo, una empresa que exporta necesita dólares (valor BNA), y puede financiarse con pagarés en esa moneda.

 

Otro instrumento son las facturas que se pueden vender en la Bolsa. A esta modalidad suelen recurrir las Pymes que tienen clientes de cierta importancia, cuyas facturas son negociables en el mercado de valores a tasas muy atractivas.

Obligaciones Negociables (ON) y Fideicomisos

 

Las empresas más grandes recurren a las Obligaciones Negociales, que son como pagarés o promesas de pago. Hay una Obligación Negociable Avalada (ONA), que se puede hacer por Internet "literalmente" y esto funciona con empresas de todo el país. Este tipo de instrumento funciona a 24 o 36 meses y puede ser en pesos o en dólares. También va avalada por una SGR. 

 

Los pagarés suelen ser por cifras generalmente más acotadas. En cambio, las ONA pueden ser por importes mayores. Tienen un volumen más importante. De esta forma, el pagaré ocupa un nivel inferior por monto y las ON uno superior. 

 

El quinto instrumento son los Fideicomisos Financieros de oferta pública. Se venden en el mercado y cualquier inversor puede comprar una cuota parte. La renta del inversor es el interés que se paga. 

 

Esta es una opción muy importante. Es el instrumento PYME por excelencia. Porque en un solo Fideicomiso se pueden agrupar a varias Pymes que lo conformen. Éstas ponen cada una su garantía, pero comparten el total del costo de la estructura financiera, el cual baja sensiblemente cuanto mayor sea la cantidad de empresas participantes. El plazo de este instrumento es generalmente de un año o un año y medio para las Pymes.

 

La diferencia entre un Fideicomiso y una ON,  es que el primero acepta un balance de carácter más habitual, el segundo requiere un balance con buenas utilidades, con un movimiento interesante y comprobable.

 

En conclusión, hay diversas alternativas al financiamiento bancario habitual. El acceso de la Pyme al sistema es amigable y no requiere una estructura específica o dedicada. Los instrumentos que se utilizan son bastante habituales. 

 

Finalmente, debemos destacar que el sistema de SGR no se rige por las garantías bancarias, sino que se puede recurrir a todo tipo de garantías para avalar las operaciones. Las SGR dan en cada caso un cupo de garantía a la Pyme para que ésta pueda manejarse y financiarse.

 

Fuente: www.iprofesional.com
             Jorge Daniel Grispo | Grispo & Asociados

             Nota con modificaciones.